Cuidar y limpiar adecuadamente el calzado escolar es esencial para prolongar su vida útil y mantenerlo en buen estado. En el ETABlog de hoy tienes algunos consejos prácticos para mantener los zapatos de tus hijos en óptimas condiciones:

Limpieza Regular
Limpia el calzado todos los días con un paño húmedo para eliminar el polvo y la suciedad. Esto evitará que la suciedad se acumule y cause daños al material.
Realiza una limpieza más profunda al menos una vez por semana, utilizando un cepillo suave y un limpiador adecuado para el tipo de material (cuero, lona, sintético, etc.).
Cuida el Material
Cuero: Usa un limpiador y acondicionador específico para cuero. Después de limpiarlos, aplica una crema para cuero para mantenerlos flexibles e hidratados.
Lona: Lava los zapatos de lona con agua tibia y un jabón suave. Puedes usar un cepillo de dientes para limpiar las áreas más sucias.
Material Sintético: Limpia los zapatos sintéticos con un paño húmedo y jabón neutro. Evita sumergirlos en agua.

Seca los Zapatos Correctamente
Evita el Calor Directo: Nunca seques los zapatos cerca de radiadores, bajo el sol directo o con secadoras, ya que el calor excesivo puede deformar el material.
Secado al Aire: Rellena el interior del calzado con papel periódico para absorber la humedad y mantener su forma, y luego déjalos secar al aire en un lugar ventilado.
Protege el Calzado
Impermeabilización: Aplica un spray impermeabilizante adecuado para el material del calzado. Esto protegerá los zapatos de la humedad y las manchas.
Rotación de Calzado: Alterna entre diferentes pares de zapatos para evitar un desgaste excesivo de un solo par.
Cuida la Suela
Revisa la Suela Regularmente: Inspecciona la suela para asegurarte de que no esté desgastada de manera desigual. Si notas un desgaste significativo, considera llevar los zapatos a un zapatero para reemplazar la suela.
Limpieza de la Suela: Limpia la suela con un cepillo duro y agua jabonosa para eliminar la suciedad y mantener el agarre.
Guarda los Zapatos Adecuadamente
En un Lugar Ventilado: Guarda los zapatos en un lugar fresco y seco. Evita guardarlos en espacios cerrados o con poca ventilación.
Forma y Estructura: Usa hormas o rellena los zapatos con papel para que mantengan su forma cuando no se estén usando.

Maneja las Olores
Ventilación: Deja que los zapatos se aireen después de cada uso.
Bicarbonato de Sodio: Puedes espolvorear un poco de bicarbonato de sodio dentro de los zapatos y dejarlo actuar durante la noche para eliminar olores. No olvides sacudir el bicarbonato antes de que los usen de nuevo.
Repara Daños Menores
Costuras Sueltas o Desgastes Menores: Si notas que las costuras están sueltas o hay pequeños desgastes, trata de repararlos lo antes posible para evitar que el daño empeore. Puedes usar pegamento especial para calzado o llevarlos a un zapatero profesional.
Siguiendo estos consejos, puedes ayudar a que el calzado escolar dure más tiempo, mantenga su aspecto original y proporcione el soporte necesario para los pies de tus hijos.